sábado, 12 de dezembro de 2009


otra vez despierto al amanecer y miro el cielo tomarse poco a poco por nubes de color negro, como un hongo oculto entre las hojas secas en una playa desierta. por encima de las nubes me parece que sea más tranquilo que sobre la tierra, pero todavía no aprendí a volar… las nubes, como una película refleja el deslumbramiento de mis sueños - sucede en mi vida el eterno retorno de Nietzsche... del mismo modo que hay ciclos de las mareas, transcurre las emociones humanas… los momentos de dolor siguen ciertas leyes y ritmos, obedecen a un cierto número, tal vez en mi vida es un ciclo de 21, 22 y cuándo el día fatal llega, una sombra, como esta nube negro que ahora lleva puesto el cielo, cubre el mundo y toda felicidad suena a falso. pero entre las piedras nacen pequeñas flores y también los ciclos de serenidad ven cuando la tormenta pase… saber leer la sucesión de las olas me hace consciente pero no convierte menos intensas las sensaciones. sin embargo, los sentimientos no son un reflejo del mundo, pero de yo mismo y soy parte del mundo... entonces lo que siento es también una perforación de la unidad cósmica o una fracción del entero... hoy estoy en transición de uno estado para otro. el amanecer parece suave, ya que una línea recta del electrocardiograma... una pausa, uno suspiro, uno gozo…


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